Un dicho muy popular en los deportes es que los héroes son recordados, pero las leyendas nunca mueren. Es algo que puede aplicarse a la música, y aunque es complicado definir a un artista musical con categoría de leyenda, hay muchos que son llamados así.
Vamos a enfocarnos en la época contemporánea, en la época rock and roll y posterior a éste y pensemos en cuáles bandas o artistas podemos considerar legendarios. Piénsenlo un momento. Yo ya lo he hecho y voy a darles algunos de mis elegidos, de los cuales, muchos serán obvios: The Beatles, The Rolling Stones, Black Sabbath, Aretha Franklin, Led Zeppelin, Queen, Bob Dylan, David Bowie, Alice Cooper, Judas Priest y aquí voy a parar, porque la lista es extensa.
¿Qué tan exigentes somos al momento de nombrar “legendaria” a una banda o a un artista? Algunos lo son bastante, otros no tanto, porque hay quien considera que, por ejemplo, Beyoncé, es legendaria, y, personalmente, no lo creo.
Pero, entonces, ¿cuáles son los factores a considerar para decir que un artista o banda tiene el carácter de “legendario”? Primeramente, hay que tener el tiempo de influencia. Hay que preguntarnos si es relevante al número de años en las que el artista o la banda ha estado presente. Personalmente, pienso que sí, y que alguien “legendario”, tiene que trascender varias generaciones utilizando además varias variantes dentro de sus propios estilos.
No estoy diciendo que todos tienen que tocar durante cuarenta años como los Stones, sino que, al menos debe haber tiempo para que presenten facetas distintas durante su carrera.
Cuando la banda de heavy metal, Judas Priest, presentó su álbum “Turbo” (1985), un disco con sintetizador, letras ligeras y banales y ritmos propios del power metal, muchos quedaron sorprendidos. No se les acusó tanto de haberse “vendido”, sino más bien de suavizarse y alejarse de su sonido. “Turbo” fue, para Judas Priest, nada más que experimentación. Dos álbumes después liberaron “Painkiller” (1990), uno de sus trabajos más destacados, con un metal duro, rápido y de mucha calidad.
Otro aspecto a considerar es el influencia en su género. Al igual que los Beach Boys definieron las bases de la música pop, una banda legendaria ha de poner su granito de arena para que su género musical vaya un paso más allá. No es necesario cambiarlo, sino, quizás añadirle algún elemento, como hiciera Queen con su rock teatral.
Black Sabbath, sin que se le llamara así desde el inicio, comenzó a tocar heavy metal a finales de los 60's y principios de los 70's, adicionado elementos al rock hasta prácticamente crear un género totalmente nuevo.
La popularidad, definitivamente, debe ser otro factor a tomarse en cuenta. La calidad de un artista debe ser, finalmente, comprobada por su conexión con el público y las sensaciones que le produce al mismo.
Finalmente, considero que la proyección internacional es un aspecto que también debería ser importante. Muchas veces hemos visto por televisión programas donde consideran a un artista como legendario y yo me digo “pues legendario en Estados Unidos, será”. Una banda legendaria debe ser capaz de traspasar fronteras y hacer que su música produzca emociones a pesar del idioma.
Una pregunta final a todo este cuestionamiento es, ¿cuántas bandas legendarias han surgido en años recientes? Y de ahí hay más preguntas como, ¿hemos visto hace poco el nacimiento de alguna banda o artista legendario? ¿acaso ya no hay de ésos? ¿por qué?
La música, por supuesto, es para disfrutarse y quizás este tipo de cuestionamientos son sólo para engrandecer un aspecto de la vida que realmente ni lo necesita, porque, como dijo Nietszche “sin la música, la vida sería un error”, pero todo sea en pro del análisis.
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