miércoles, 12 de julio de 2017

Crónica de Rosalía y Refree en las Noches de San Benito



El pasado domingo asistimos al debut de Rosalía y Refree dentro del ciclo Noches de San Benito que cada verano inunda la capital vallisoletana. Ante un aforo que rozaba el lleno absoluto, los dos músicos desgranaron los temas de su LP debut Los Ángeles. Con una puesta en escena mínima, basada en una silla para cada músico y dos focos alumbrándolos, consiguieron recrear el clímax ideal para aunar tradición flamenca y la experimentación propia que proporciona la mezcla de juventud y experiencia de sus proyectos paralelos. Con todos estos ingredientes, no resultó muy difícil dejarse llevar por su pasional directo, donde fue habitual que un escalofrío recorriese nuestro cuerpo ante algunas de las frases que salieron de la voz de Rosalía a lo largo de la noche. Sin ir más lejos la inicial ‘Si Tú Supieras Compañero’ ya causó el poderoso efecto emocional unánime en el público, iniciando casi una hora de historias marcadas por la muerte. El cancionero tradicional rejuvenecido gracias a la propuesta de los dos músicos se mostró de una forma esplendorosa a lo largo de toda la velada, sabiendo intercalar a la perfección los momentos más comedidos junto con aquellos en los que Rosalía alzaba completamente su voz con el micro en mano y situándose al borde del escenario.




Mostrándose en todo momento muy agradecidos, el buen sonido que presentaba el Patio de San Benito posibilitó que matices tan precisos como los de la guitarra de Refree en ‘Nos Quedamos Solitos’, desnudando al máximo las dolorosas historias descritas. Precisamente la unión perfecta entre la forma de tocar la guitarra de Refree, bastante alejada del flamenco, con las modulaciones de voz de Rosalía, posibilitaron que las canciones huyan de su apartado más clásico, dirigiéndose hacia una versión igualmente intensa pero despojada de la visión exagerada del cante. Un gran mérito por el cual esta unión está llamada a trazar un nuevo puente entre el género y un público más joven, algo que comprobamos con un sector del público de una media de edad mucho más baja que el que se acostumbra a ver en recitales de este tipo. Mientras la noche iba avanzando, el desasosiego iba tomando la voz de Rosalía, desatando toda su pena en canciones como ‘Por mi Puerta no la Pasen’ o una ‘De Plata’ que consiguió levantar al público de sus asientes. En definitiva, un directo de gran envergadura que demostró el motivo por el que todo el mundo habla del dúo.

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