Hoy toca reseñar la obra más famosa de Kim Ki-Duk, uno de los mejores directores de Corea del Sur.
Kim Ki-Duk es un director poco convencional. Él rehuye de los efectismos baratos, los diálogos grandilocuentes, los efectos especiales, el 3D y esas chorradas. Personalmente solo he visto dos películas suyas: Hierro 3 y Primavera, verano, otoño, invierno..y primavera, y ambas me han encantado. Son visualmente preciosas (sobretodo la segunda), con ritmo pausado, sencillas..no sé, es algo como poesía.
En Hierro 3 somos cómplices del romanticismo conmovedor entre los dos protagonistas. Una relación callada (en toda la película no habrá más de 30 frases) en un film donde los silencios y las miradas cuentan más que los diálogos. Es una película para saborearla y degustarla observando cada detalle y matiz.
Una historia con una profunda crítica social, donde dos seres inadaptados se aman contra viento y marea en una sociedad deshumanizada llena de policías corruptos, maridos maltratadores, niños violentos y gente que ve crímenes, pero no dice nada.
La fotografía tiene un gusto exquisito. Las escenas donde la la música y la poesía destilan por la pantalla son rodadas en tonos anaranjados y dorados, mientras que las escenas violentas, tienen colores fríos. La música es sútil, elegante, simplemente acompaña. Las interpretaciones, formidables (ya me dirás si no hay diálogos).
Es difícil decir si el mundo en el que vivimos es real o es un sueño
Sensibilidad pura.
Jaime Muñoz
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