martes, 4 de diciembre de 2012

Napoleón Solo + Tórtel en concierto en Madrid (El Sol, 30-11-2012)



Napoleón Solo llegaban a Madrid para presentar "Chica Disco", un segundo LP que ha obtenido críticas bastante favorables y que ha hecho crecer al grupo andaluz liderado por Alonso Díaz hasta el punto de llevarles a aparecer en importantes festivales nacionales.

Tórtel, que también estaban de presentación de su segundo disco "Entusiasmo", abrieron el concierto. El valenciano Jorge Pérez estuvo acompañado de su banda, a la que se unió Jordi Montero de Literal en determinados momentos para tocar el violín. La mayoría de canciones fueron recibidas con indiferencia, pasando desapercibidas todas las que se apoyaban principalmente en la voz de Pérez. El concierto mejoró sustancialmente cuando el peso de las canciones caía en el resto de la banda, con alguna línea de bajo bastante acertada. Pese a todo, la actuación no pasó de correcta.


Poco tiempo después Napoleón Solo se subían al escenario para interpretar "Adiós", el primer corte de "Chica Disco". Gracias a las afiladas guitarras y la imponente percusión del final de la canción, se metieron al público en el bolsillo desde el primer momento. Como de costumbre, la peculiar voz de Alonso sobresalía de las guitarras planeteras del mismo cantante y Jaime Cordones, como sucedió en "Antes de que ocurriera", uno de los mejores temas del grupo. Puede que se echase en falta escuchar algo más de los teclados, totalmente tapados por el resto de instrumentos.

El cantante granadino se mostró bastante animado y colaborativo con el público, introduciendo alguna de las canciones, como "Si el mundo no se acaba" y sus particulares chasquidos. Con "Sueña Conmigo" volvieron a recordarnos a los años noventa (especialmente a los Planetas de dicha época) gracias a las guitarras y la letra del final. Seguramente el mejor momento del concierto fueron los 4 minutos que duró "No puedo disfrutar"; la que es posiblemente la mejor canción del grupo, con una interpretación intachable en cada aspecto.


Antes de tocar "Ramira", Díaz nos avisó de que la actuación estaba dividida en "una parte alegre, una triste y otra rara". Teniendo en cuenta la reacción del público a las canciones de los andaluces es bastante acertado asegurar que dicha parte triste nunca tuvo lugar. La actitud descarada del grupo (especialmente de una gran sección rítmica) fue la culpable de que pudiésemos ver tanto a Napoleón Solo como al público totalmente metidos en la dinámica del concierto. Fueron coreados todos los temas que tocaron, tanto de su último disco como los ya clásicos de su debut. Sabían lo que querían hacer en cada momento y lo consiguieron llevar a cabo.

Gran concierto de un grupo que sigue creciendo y que ofrece un directo más que entretenido. Puede que no sean nada rompedor ni innovativo, pero se divierten tocando y; lo más importante, hacen que los demás también lo hagan. Difícil poner pegas ante esto.

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