
Ariel Marcus Rosenberg consiguió por fin el reconocimiento mundial que tanto esperaba con Before Today (2010, 4AD). El californiano; ya una voz importante en la escena underground, pasaba a ser parte de la mayoría de listas de mejores discos de 2010, con “Round and Round” como canción representativa del éxito del álbum.
Han pasado dos años desde entonces, y Ariel Pink vuelve a dejar el lo-fi de lado para embarcarse en un proyecto caracterizado por la variedad de sonidos: ha conseguido crear un disco pop variado, experimental y extraño, que aún así resulta fácil de escuchar. Cada tema parece sacado de una época distinta y; sin embargo, Mature Themes presenta una cohesión envidiable. Resulta prácticamente imposible sacarse de la cabeza canciones como "Kinski Assasins"; cuyo principal atractivo es precisamente ser el paradigma del absurdo y la excentricidad, o "Is This The Best Spot?", tan frenética como breve.
Durante los dos siguientes cortes, "Mature Themes" y "Only In My Dreams", Ariel nos vuelve a sorprender remontándose a los 60 y al jangle pop de los Byrds, creando melodías que nos perseguirán durante mucho tiempo. En "Driftwood" y "Early Birds of Babylon" Haunted Graffiti se disfrazan de Joy Division, con unas líneas de bajo que recuerdan al mismísimo Peter Hook.
Es un hecho que Ariel Pink ha afrontado este trabajo sin miedo: consigue rendir homenaje a los Beatles en "Schnitzel Boogie" para después pasarse al dream pop de "Symphony of The Nymph". Incluso acierta con el petardeo disco de "Pink Slime", ridícula para cualquier artista excepto para un Rosenberg que; afortunadamente para nosotros, ha perdido el sentido de la vergüenza.
“I don’t mean to burn any bridgesbut I can’t get enough of those bitchesI’m just a rock and roller from Beverley HillsMy name is Ariel and I’m a nymph”
A estas alturas ya no sorprende que Rosenberg nos lleve de los arpegios de guitarra de la genial “Farewell American Primitive” a la electrónica retro de “Live It Up”. El disco termina con una psicodélica y onírica jam de 7 minutos seguida de una versión del “Baby” de Donnie & Joe Emerson, un cierre extraño que acompaña a la perfección a la intencionada extravagancia del resto del LP. Mature Themes consigue ser un enorme disco siendo sólo un catalizador de sonidos, un disparatado pastiche cuyo mérito reside en una accesibilidad impropia de un trabajo así.
8'5/10
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