Sheffield, nos volvemos a ver. Nos diste a artistas como Joe Cocker, Alex Turner o Jarvis Cocker, y ahora lo vuelves a hacer. Ahora se llaman Charles Watson y Rebecca Taylor, que un día decidieron unirse y formar una banda: “Slow Club”.
Estos dos jóvenes se dieron a conocer en 2007 con el lanzamiento de sus dos primeros singles, Slow Club y Me and You, ambos lanzados con Moshi Records. El 1 de septiembre de 2008 lanzan su primer EP, Let’s fall back in love. Al año siguiente, al fin lanzan su primer LP: Yeah So. ¿Y que tiene de especial este disco? Pues desparpajo e informalidad; es un disco para para dejarse llevar por sus ritmos pegadizos a ritmo de folk, para divertirse en definitiva.
El disco abre con “When I go”, un tema que resume a la perfección la esencia de este disco: una guitarra acústica, dos voces, letras simples (aunque no por ello de mala calidad) y folk. Mucho folk.
El segundo tema es “Giving up on love”, que es como la carta de presentación del “otro” Slow Club. El que nos quiere hacer bailar, usa guitarras eléctricos y ritmos con los que es imposible no despegar el culo del sofá.
Con “It was unconscious it was a dream” vuelve la tranquilidad, que vuelve a romperse con “It doesn’t have to be beautiful, unless it’s beautiful” en la que pasamos un poco al country, y para mí la canción más pegadiza del disco.
“There is no good way tos ay I’m leaving you” seguimos con la tónica predominante del disco: volvemos a una balada (normal, por otro lado con ese título ¿no?) para seguir con “Trophy Room”, tema en mi opinión bastante olvidable.
Ahora llega otro de los temas que se quedarán grabados a fuego en tu mente y que tararearás casi sin darte cuenta “Because we’re dead”. Y a partir de aquí, el bajón.
Y es que aunque de momento parecía un disco redondo, esta sensación se desvancece en esta segunda mitad. Temas lentos, pero que no llegan al oyente. No son ni mucho menos malos, pero “Dance ‘til the morning light”, “Sorry about the doom” y “Come on Youth” no mantienen el ritmo, y se nota. Sin embargo en los dos últimos temas el disco consigue remontar y le dan el final que merece este LP. “Apples and Pairs”, realmente adorable y “Our most brilliant friends”, tema en dos partes que cierra, primero con energía y luego con lentitud este Yeah So.
En definitiva, si te gusta el folk de chicos adorables y ritmos indies y pegadizos, te gustará el primer disco de estos jóvenes. Su segundo disco, “Paradise”, pierde un poco de esa informalidad con una producción más trabajada en voces e instrumentos. Pero bueno, eso lo dejaremos para otro día. Mientras tanto, disfrutad con la carta de presentación de Slow Club, divertíos y los que podáis, disfrutad de su próxima visita a tierras españolas.
7,5/10
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